Campo de aviación civil Verdun Sommedieue (LFGW)

La aproximación es paisajísticamente bonita; el aeródromo está rodeado de mucho bosque y suaves colinas. Puede ser necesario prestar atención a la P681 al NE del campo (sobre el cementerio militar y el osario de Douaumont). La pista está (aún) en un estado aceptable, pero ahí se acaba lo bueno. El resto del aeródromo da más bien una impresión de abandono, sobre todo, aunque no solo, por el edificio del restaurante en ruinas. Solo la estación de combustible TOTAL deja una buena impresión. Si no se dispone de la carta correspondiente, es imprescindible quedar con alguien del club. Sin ATS, sin tasas.

El aeródromo está a 9 km de la ciudad, y conseguir un taxi es —como en casi todas las pequeñas ciudades francesas— difícil, especialmente para el trayecto del aeródromo a la ciudad. Yo llevaba mi bicicleta plegable. Sin embargo, el terreno tiene fuertes subidas y bajadas; el regreso desde la ciudad es duro, aunque el paisaje es bonito. En definitiva, es una ciudad más bien difícil de visitar en avión. Verdun en sí no es algo especialmente destacable, pero sí tiene cierto encanto, lo que no necesariamente ocurre en todas las pequeñas ciudades de Lothringen. El recientemente renovado centro de la ciudad junto al río Maas, así como la catedral con el centro por la paz mundial en el palacio episcopal, están bien. Hay monumentos de guerra aquí y allá por la ciudad. La oficina de información turística también abre los domingos en verano. Los principales restos y monumentos de guerra que conviene visitar (entre ellos el cementerio) se encuentran a aprox. 5–8 km al NE de la ciudad, en las colinas. Existe una línea de autobús creada específicamente para los visitantes de Verdun que recorre los principales puntos de interés de la ciudad y sus alrededores. Quien quiera profundizar más encontrará a aprox. 10 km al NO de la ciudad reproducciones realistas de las trincheras en las que se combatió en la 1.ª GM (Tranchée de Chattancourt).